A pesar de ser una modalidad de
aprendizaje cada vez más extendida, algunas personas siguen teniendo
recelos a la hora de cursar formación e-Learning. El hecho de no estar
físicamente ubicados en un aula, de no tener un profesor delante y de no
seguir el “típico” proceso de evaluación presencial, puede coartar a
muchos y llevarles a elegir otras opciones, incluso en situaciones en
las que el e-Learning es, en realidad, la mejor de ellas.
También está la cuestión de los contenidos, por supuesto. El contenido es el rey del e-Learning,
y a su vez se apoyará en varios factores más para asegurar que un curso
es satisfactorio para el alumno. ¿Y cuáles son algunos de esos
factores? ¿Qué elementos influyen en la formación online para hacer que
un curso brille especialmente? Vamos a ver algunos consejos para no fallar impartiendo un curso e-Learning:
Hazlo multimedia
Los vídeos, audios y animaciones ayudan,
y mucho, a reforzar conocimientos expresados por escrito. Si tu curso
e-Learning cuenta con demasiado texto, demasiados PDF, demasiados
gráficos… puede saturar al alumno y desmotivarle. En lugar de esto, intenta construir cursos multimedia,
que se apoyen en diferentes formatos, adecuadamente combinados, para
que el estudio sea un proceso atractivo y más enriquecedor.
Hazlo “jugable”
Ya hemos hablado aquí de la gamificación y de la cantidad de oportunidades que esta tendencia ofrece al mundo de la formación. Las dinámicas de juego en el e-Learning contribuirán a “enganchar” al alumno,
a animarle a superar retos y completar contenidos opcionales (los
típicos ejercicios voluntarios que nadie hace, los foros que quedan
desiertos de comentarios salvo los del teletutor…), a destacar sus
logros y a motivarle a conseguir más, etc. Prueba a introducir elementos
que “piquen” al alumno por hacer algo más que completar los contenidos
obligatorios, y verás cómo aumentan los índices de participación y la
satisfacción general.
Hazlo real
Una imagen vale más que mil palabras. Un
caso real, tangible y bien documentado, también vale más que ejemplos
inventados. En la medida de lo posible, intenta introducir en tu curso e-Learning casos prácticos reales,
o al menos bien relacionados con ejemplos que se han dado ahí fuera.
Esto ayudará a que el alumno vincule de forma directa los contenidos del
curso con situaciones verídicas, que pueden ocurrirle a él o a la
institución que representa.
Hazlo útil
El objetivo de cualquier proceso
formativo es aprender: adquirir nuevos conocimientos que podamos aplicar
en nuestro trabajo, que nos sirvan para conseguir uno, o que nos
aporten un plus a lo que ya sabemos. Por eso es importante que,
siguiendo el consejo anterior, construyamos cursos e-Learning cuyos ejercicios prácticos les sean útiles a los alumnos.
Esto puede conseguirse fácilmente, por ejemplo, en aquellos cursos que
incorporen prácticas laborales, acordando con las empresas determinados
trabajos puntuales que constituyan los ejercicios del mismo. De este
modo, una vez más el alumno vincula una situación real con el contenido
del programa formativo, maximizando su aprovechamiento y su experiencia.
Hazlo social
Los Social Media
también han sido, más de una vez, objeto de un artículo en nuestro
blog. Y es que hoy en día los medios sociales están en todas partes. Por
eso, debes intentar que tus cursos e-Learning incorporen componentes sociales
típicos de la Web 2.0. Sistemas de compartición y votación de
contenidos, interactuación con redes sociales, utilización de hashtags
en Twitter, grupos de Facebook, hangouts de Googe+, etc. Existen
multitud de posibilidades, lo cual no significa que haya que usarlas
todas. Cada programa formativo determinará qué herramientas son más
útiles.
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